Diabetes tipo 2 y antidiabéticos orales
La diabetes es un desorden metabólico crónico. Es una enfermedad endocrina que se caracteriza por elevados niveles de azúcar en sangre, por encima de los valores máximos determinados mundialmente según protocolos de diagnóstico, y que conlleva repercusión a nivel del resto del cuerpo de no ser tratada de forma oportuna y constante. Se caracteriza por ser una enfermedad crónica, que se divide en dos tipos, la diabetes tipo I, con carga genética asociada y la diabetes tipo 2, relacionada con la obesidad y de presentación más tardía.
En ambos tipos de diabetes tipo 2 y tipo 1, los niveles de azúcar en sangre son altos, siendo estos por encima de 115 miligramos/decilitro. Es decir que los valores normales de glucemia en una persona se encuentran en el rango de entre 80 a 115 miligramos por decilitro, y a partir de este punto de corte ya estamos frente a niveles por encima de los recomendados. Ahora bien para hablar de hiperglucemia relacionada a la diabetes estos valores no deben ser medidos posterior a la ingesta de alimentos, ya que nuestro cuerpo aumentara normalmente la azúcar en sangre, sino que estas determinaciones deben ser en ayunas. Con esto quiero decir, que valores de glucemia por ejemplo de 150 miligramos por decilitro de glucosa en sangre, es un estado de hiperglucemia, que debe ser consultado por un médico clínico, endocrinólogo o diabetologo a fin de realizar el correcto diagnóstico y establecer si nos encontramos frente a un aumento ocasional del azúcar en sangre o frente a una enfermedad diabética.
La clasificación de los antidiabéticos orales para la diabetes tipo 2 es la siguiente.
- Sulfonilureas
- Biguanidas
- Tiazilodenedionas
- Inhibidores de la alfa glucosidasa
- Meglitinidas
Sulfonilureas: este tipo de fármacos antidiabéticos orales actúan estimulando la liberación de insulina por las células beta del páncreas endocrino. Se caracterizan por generar un efecto hipoglucemiente gracias a esta liberación de la insulina. Es decir que estimulan la función de las células del páncreas y tienen indicación para el tratamiento de la diabetes tipo 2.
- Tolbutamida
- Clorpropamida
Se debe tener precaución ya que la hipoglucemia que se puede presentar como efecto adverso, mas allá de lo buscado puede verse potenciado por el consumo de alcohol, AINEs, salicilatos, cloranfenicol, cumarinicos, IMAO, y beta bloqueantes.
Meglitinidas: estos fármacos al igual que los anteriores se caracterizan por la estimulación en su acción de las células beta pancreáticas para la liberación de insulina. Este es el medio por el que actúan y logran su meta para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Ayudan además a regular los niveles de hiperglucemia ppostprandial, y el nombre del fármaco presente en el mercado que forma parte de este grupo es: repaglinida. Se debe tener presente que este fármaco, antidiabético oral, está contraindicado en pacientes con insuficiencia hepática y siempre se debe administrar junto a las comidas.
Biguanidas: este grupo de fármacos presenta un mecanismo de acción diferente a los mencionados previamente. Se caracterizan por disminuir la resistencia periférica a la insulina, y así poder lograr su función. Se dice entonces que tienen un efecto antihiperglucemiante a través de acciones extrapancreaticas, con disminución de la gluconeogénesis y neoglucogenesis. Presentan indicación para el tratamiento de la diabetes tipo 2 asociada a obesidad y es la más conocida y empleada de todas, es la metformina.
Se debe considerar en cuanto a este fármaco que su mezcla con alcohol puede generar acidosis láctica, por lo que debe evitarse a fin de no conllevar complicaciones graves y esta contraindicado en pacientes con insuficiencia renal o hepática y también en la insuficiencia cardiaca y respiratoria.
Tiazolidenedionas: este grupo de medicamentos para la diabetes también actúan sobre la resistencia periférica a la insulina a nivel de tejidos periféricos, tanto en el tejido graso como en el muscular y sumado a estos dos, a nivel del tejido hepático. Presentan indicación para el tratamiento de la diabetes tipo II asociada a obesidad, y cuando no toleran la metformina, es decir como una alternativa o segunda opción. El nombre de los fármacos que conforman este grupo son: pioglitazona y rosiglitazona, estando contraindicados en pacientes con insuficiencia hepática, cardiaca o renal. Se debe tener presente que para alcanzar su función oprima, se debe esperar unas semanas.
Inhibidores de la alfa glucosidasa: por ultimo tenemos este grupo de fármacos, que como su nombre lo indica, s acción radica en la inhibición de una enzima, la alfa glucosidasa. Se caracterizan por disminuir la absorción de hidratos de carbono e inhibir esta enzima intestinal. El resultado por ende es un enlentecimiento en la absorción de los hidratos de carbono, con lo que se previene el pico hiperglucemico posterior a las comidas. Tiene indicación en la diabetes tipo II no controlada con la dieta, y sus nombres (de los fármacos), son: miglitol y acarbosa. Siempre se deben administrar de forma gradual y con las comidas.