La dermatitis atópica puede controlarse durante el verano
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que se presenta con una intensa picazón, enrojecimiento de la piel, ardor y a veces, erupciones. Los estudios recienten apuntan a que es hereditaria, pero es una condición que puede ser tratada con algunas recomendaciones básicas.
En los niños es muy común, por lo que es necesario poner especial atención en ellos, a fin de evitar que se complique. Hay épocas del año que por su temperatura, puede empeorar, como el verano. Esto es lo que se debe hacer para evitar que la dermatitis atópica cause más daños.
Los baños son importantes
Un niño diagnosticado con dermatitis atópica debe cumplir con una rutina de higiene estricta para evitar los tan molestos brotes en la piel. Así, hay que tomar baños cortos, menos de 15 minutos y utilizar jabones con PH neutro, pues no causan irritación.
Luego de la ducha, el infante o adulto debe secarse muy bien y sin restregar, con una toalla limpia y tela de algodón. Posteriormente, se aplica crema humectante, sin olor preferiblemente. Es una forma efectiva de tener a raya la dermatitis atópica porque la dermis mantiene su humedad.
Durante el verano se debe evitar en lo posible los baños en piscinas, pues el agua contiene altos niveles de cloro que pueden afectar la piel. Si es así, hay que bañarse nuevamente, secar y aplicar loción.
Los jabones hechos a base de avena y glicerina son bastante efectivos para prevenir la hinchazón, comezón y enrojecimiento.
La ropa juega un papel fundamental
Durante el verano, el calor a veces se hace insoportable. Para las pieles atópicas se ven realmente afectadas. Por esa razón, el uso de prendas de algodón y tejidos frescos es una buena idea, pues la piel podrá respirar sin problemas. También se garantiza que el sudor sea absorbido y se reduzca la picazón.
Una de las telas que se deben evitar totalmente es la lana, porque contribuye a comezón intensa. También se debe obviar el uso de perfumes fuertes, material de goma, sintético o cualquier otro artículo y elemento que roce la piel.
Para evitar quemaduras, protector solar
Las pieles atópicas son súper sensibles y además del calor, el sol potencia los daños. Se debe usar obligatoriamente protector solar cuyo factor de barrera sea superior a 50. Pero también, se debe poner atención a los ingredientes del producto: hipoalergénico, sin químicos fuertes, ni aromas, etc.
Algunos componentes de los protectores podrían empeorar los cuadros de dermatitis atópica. Por ejemplo, los elementos que se aplican al protector para que tenga olor son potenciadores de la inflamación de la dermis.
Las temperaturas extremas son enemigas
Si hay algo que genera complicaciones en las pieles atópicas son las temperaturas extremas, bien sea calor o frío. Entonces, siempre hay que garantizar que el ambiente esté fresco, a fin de que la dermis no se vea afectada. Y es que las bajas temperaturas producen resequedad, mientras que el calor podría generar irritación.
Es acá cuando la humectación de la piel con lociones ayuda a estar bien.
Cremas, cremas y más cremas
La aplicación de lociones debe ser indispensable porque hidratan la piel, la humectan y crean además una barrera que impide más daños al ser expuesta al clima de verano. En el mercado existen múltiples opciones para elegir la que mejor se adapte a cada condición.
Por ejemplo, hay cremas, lociones, ungüentos, geles, aceites.
Ciertamente, la dermatitis atópica no se cura completamente, es una condición con la que se vive por siempre. Pero, como se ha dicho, existen muchas recomendaciones y productos que ayudan a mantener bajo control los daños y las irritaciones que son las complicaciones más frecuentes.
Un verano tranquilo
Además de aplicar todas las cremas y lociones, protector solar, realizar baños y usar ropa fresca, se debe poner atención también a la ingesta de abundante agua. Y es que es el hidratante natural y más accesible que se tiene y que contribuye a la hidratación de la piel.
El verano no tiene que ser una etapa complicada, puede disfrutarse tomando las medidas necesarias. Tener un control constante con el dermatólogo igualmente, resulta fundamental para cumplir con el tratamiento personalizado.
Los estudios realizados por instituciones reconocidas afirman que al menos un 20 por ciento de los niños asiste a consulta pediátrica con cuadros de dermatitis atópica. Y en la adultez, hasta el 19 por ciento de esos infantes, continuarán desarrollando la condición.
De allí la importancia de cumplir con tratamientos bajo la supervisión médica, así como continuar con los cuidados sencillos en casa. La dermatitis atópica se puede controlar y es más común de lo que se piensa. Hacerle seguimiento a cada caso particular dependerá de los especialistas y dentro del hogar.
¡El verano no es una etapa de condena! Tanto niños como adultos atópicos pueden disfrutar.
