Hipertensión: definición, valores y tratamiento
La hipertensión arterial es una enfermedad frecuente en la población mundial. Hoy abordaremos este tema, estableciendo cual es la definición, los valores normales, los factores desencadenantes y el tratamiento a realizar en estas circunstancias.
La tensión arterial la podemos definir como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear. Es así, que entonces, cuando hablamos de hipertensión arterial, nos referimos a un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que con el tiempo puede dañarlos, tanto a estos como a otros órganos.
Cuando hablamos de los valores normales, se establece según las guías internacionales que una presión arterial de 120 mmHg y 80 mmHg es óptima, con un rango de fluctuación de hasta 129 mmHg/84 mmHg. Al establecerse otros valores se diagnostican otras situaciones como se ven en el siguiente cuadro:
Valores de presión arterial | Tipos de hipertensión |
130/85 mm Hg – 139/89 mmHg | Normal Alta |
140/90 mmHg – 159/99 mmHg | Hipertensión arterial grado I |
160/100 mmHg – 179/109 mmHg | Hipertensión arterial grado II |
180/100 mmHg | Hipertensión arterial grado III |
Mayor a 140 mmHg y menor a 90 mmHg | Hipertensión sistólica aislada |
La hipertensión arterial afecta epidemiológicamente alrededor del 30 al 45% de la población general, aumentando de forma notable en edades avanzadas. Además la hipertensión arterial es uno de los factores más importantes del riesgo cardiovascular pudiendo padecer enfermedades coronarias y también ictus.
El diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial se realiza tras la consulta médica, con el examen físico y la medición de la presión. Se debe realizar una historia clínica completa. La tensión debe tomarse sentado y en reposo por 3 a 5 minutos. No habiendo fumado, ni tomado bebidas excitantes antes de la medición. Se pueden realizar pruebas de laboratorio como análisis de sangre para comprobar niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos. Una vez arribado al diagnóstico el tratamiento a seguir estará dado por los cambios en el estilo de vida con una alimentación saludable y antihipertensivos indicados por el médico tratante.
Si bien como dijimos previamente el tratamiento farmacológico siempre se indica por un profesional de la salud, un médico, podemos utilizar de manera complementaria remedios caseros que ayuden al descenso de la presión arterial por sus propiedades naturales.
- La alimentación es el primer factor importante. Una dieta libre de sal es la primera indicación para quienes presentar hipertensión arterial.
- El consumo de abundante agua, 2 litros por día es otra recomendación.
- No consumir embutidos, gaseosas, alcohol, sopas instantáneas, todos contienen elevadas concentraciones de sal agregada.
- Mantener un peso saludable ayuda a sostener valores de tensión arterial dentro de los parámetros normales, ya que tanto el sobrepeso como la obesidad predisponen al despertar de esta enfermedad.
- Las situaciones de estrés y ansiedad por los problemas, discusiones y preocupaciones diarias no ayudan en nada a las personas hipertensas. El realizar actividad física al menos 30 minutos de caminata o ejercicios de relajación, meditación o yoga son un complemento beneficioso.
- Alimentos que ayudan a regular la presiona arterial son: agua de coco, semillas de sandía, jugo de cebolla, apio, bananas.
- El agua de ajo
- Jugo de limón
- Te de valeriana