Citomegalovirus, una infección frecuente
El CMV, conocido como citomegalovirus, es un virus que infecta a personas de cualquier edad, siendo más propensas las personas con un sistema inmune debilitado, que pertenece a la familia del herpesviridae. La mayoría de las infecciones son asintomáticas y se estima que afecta aproximadamente a un 50% de la población adulta. Es decir que las personas que han alcanzado los 40 años, se cree que en algún momento han entrado en contacto con este virus.
Si bien se considera que la infección por citomegalovirus es asintomática, o bien de curso de una enfermedad leve, este mismo virus, el citomegalovirus puede causar una afección grave en recién nacidos y en personas inmunocomprometidas. Las vías de trasmisión de este virus, porque son más de una, en líneas generales podemos decir que es a través de fluidos corporales. Es así, que puede trasmitirse por la saliva, la leche materna, las secreciones cervicales, vaginales, la orina, el semen, haces, sangre y trasplante de tejidos u órganos. A su vez, podemos agregar que la diseminación del virus requiere un contacto directo muy estrecho o intimo porque el virus es muy lábil. La transmisión sucede por contacto directo entre personas aunque también es posible la transmisión indirecta por fómites en superficies contaminadas.
Se dice que el CMV, citomegalovirus, puede sobrevivir en la saliva y en superficies ambientales durante periodos de tiempo variables dependiendo de la superficie, siendo en el metal y la madera durante una hora aproximadamente y en el cristal y plástico unas tres horas. En cuanto a estar presente en goma, tejidos y galletas, se habla de unas 6 horas, y se dice que tras la infección inicial la excreción viral por saliva y orina puede ser prolongada incluso por años.
El diagnóstico de la enfermedad puede realizarse tanto por la presencia de la clínica, la que se confirmara por estudios de laboratorio, o bien solo por análisis de sangre ya que como dijimos con anterioridad puede tener y presentarse con un curso asintomático. Es así que lo que se busca en los análisis de sangre son dos inmunoglobulinas: Ig M e Ig G. La infección y enfermedad por CMV no son términos sinónimos, no todo paciente con infección desarrolla enfermedad clínica. La infección por CMV se define como la evidencia de replicación viral independientemente de síntomas o signos y la enfermedad por CMV se define como la evidencia de infección por CMV con síntomas y signos atribuibles. Esta puede manifestarse tanto como un síndrome viral o como una enfermedad invasora.
La Ig M especifica de CMV se detecta típicamente en las primeras dos semanas después del desarrollo de los síntomas y puede persistir hasta 4 a 6 meses después. Los Anticuerpos de Ig G específicos de CMV a menudo no son detectables hasta 2 a 3 semanas después de la aparición de la clínica y persisten toda la vida.
Espero les haya sido de utilidad esta información acerca de la infección por CMV, citomegalovirus, como se presenta, cuál es su curso, vías de transmisión y como se establece el diagnostico.