Candidiasis
La candidiasis crónica es una infección generada por el hongo Candida Albicans que suele originarse en el intestino, pero puede afectar a todo el organismo. Los hongos están presentes en todos los individuos que están sanos, poco después de nacer y viven como un parasito en armonía con nosotros. Se encuentran en la piel, el aparato digestivo y genitourinario. Su función es absorber cierta cantidad de metales pesados para que no entren en la sangre y nos ayudan a degradar restos de carbohidratos mal digeridos y junto con las bacterias mantienen nuestro equilibrio intestinal y del ph.
La candida albicans es un hongo rebelde y su temperatura óptima de crecimiento es de 37 grados. Para sobrevivir necesita humedad y acidez, así que sus zonas preferidas para habitar son piel, mucosas y uñas. La candidiasis suele ser una enfermedad de fácil contagio, ya que se trasmite a través de las manos u objetos diversos y por vía sexual. También se ha observado una trasmisión de madres a hijos, durante el parto.
Tipos de cándida
- Candidiasis intestinal: exceso de cándida en el intestino. Hay estreñimiento o diarrea, indigestión, hinchazón, e intolerancias a alimentos. A nivel sistémico hay fatiga, pérdida de peso, depresión e irritabilidad.
- Candidiasis genital: es una de las más habituales. Afecta a la mucosa vaginal provocando la aparición de flujo espeso y blanquecino y la aparición de enrojecimiento, quemazón e hipersensibilidad. Es más habitual durante el embarazo.
- Candidiasis oral: se manifiesta en forma de manchas de color blanco rosado sobre la lengua, encías, mucosa oral o comisuras de los labios. Puede ser asintomática o producir dolor, ardor o mal sabor de boca. Algunas veces, puede causar grietas y ulceras.
- Candidiasis esofágica: aparece en la profundidad de la garganta. Se manifiesta con dolor pectoral y dificultad para deglutir.
- Candidiasis urinaria: afecta a la vejiga y uretra, aunque también puede afectar el riñón. El origen principal suele ser los catéteres (en pacientes en diálisis), los tratamientos con esteroides o en la diabetes.
Los factores de riesgo para el desarrollo de este tipo de infección en el cuerpo humano, están dados por:
- Consumo excesivo de azúcar o de carbohidratos refinados: para multiplicarse se utilizan estos alimentos por lo que las personas suelen sentir la necesidad de comer muchos dulces.
- Consumo habitual de agua de grifo: el cloro destruye la flora intestinal y el flúor deprime el sistema inmunitario.
- Uso de antibióticos, cortisona y anticonceptivos: los antibióticos destruyen la flora intestinal bacteriana pero no las cándidas por lo que pueden crecer en control. La cortisona, por su parte deprime el sistema inmunitario y los anticonceptivos destruyen ciertos nutrientes vitales para el sistema inmune.
- Alteración hormonal: el embarazo y la menopausia modifican las concentraciones hormonales del cuerpo, donde en el embarazo se produce el aumento de la concentración de progesterona.
- Estrés continuo
- Disminución de la secreción digestiva
- Dieta desequilibrada, cuando sufrimos desnutrición
- Higiene oral deficiente
Espero que te haya sido de utilidad esta información acerca de las infecciones por cándida, cuales son los tipos y los factores de riesgo para su desarrollo.